miércoles, 29 de enero de 2020

Asociación de la Prensa de Tenerife (3)

También en La Opinión, ejemplar del día 30 de enero de 1900, página 2, se da cuenta de las adhesiones a la propuesta de Gente Nueva con el siguiente suelto:

“Asociación de la Prensa Canaria. Nuestro apreciable colega Gente Nueva, ha recibido adhesiones de los siguientes compañeros: Cronista de Tenerife, Unión Conservadora, La Palestra y LA OPINION, de esta Capital; La Luz, de La Laguna y España y El Telégrafo, de Las Palmas. Los periódicos que se ocupen de tan importante asunto deben enviar al director de Gente Nueva, Teobaldo Power, 10, los números en que consten las adhesiones. Tenemos entendido que tan pronto se reciba número suficiente de éstas, se convocará á una reunión para echar las bases de la Asociación, cuya necesidad es indiscutible”.

Otra importante reseña a destacar es la de la revista literaria La Unión, editada en La Laguna, en cuyo número correspondiente al 1 de febrero de 1900, páginas 3 y 4, se publica:

“Adelante

ASOCIACIÓN DE LA PRENSA

—Para Gente Nueva—

No es ninguna pasión lo que nos obliga por decirlo así, á tomar la pluma en estos momentos en que la prensa Canaria da á conocer lo que real y efectivamente debiera ser.

El móvil que impulsa nuestras escasas fuerzas hacia el mismo camino porque marcha la demás juventud, no es otro más que el que á ellos guía; es decir, el del engrandecimiento de nuestro pueblo. El momento ha llegado, hora es ya de que nuestras ideas crucen el espacio abandonado por nuestros antecesores; pero ante todo, ¿qué se necesita para llegar á ese alto fin? Indudablemente la unión, medio indispensable para la formación de una base sólida, en la que descanse nuestra futura sociedad, y llegará su completo engrandesimiento.

Este asunto tan combatido por nuestro apreciable colega Gente Nueva y secundado por otros muchos periódicos de la provincia, es el que nos hemos propuesto apoyar, aunque nuestras fuerzas son demasiado escasas.

¿Quién duda que la Asociasión de la prensa Canaria seria de tracendentales consecuencias en nuestro futuro porvenir? Más que sabido es que el engrandecimiento de un pueblo cuando no vá guiado por unanimidad de ideas, no puede llegar á feliz término; los muchos ejemplos que registra la historia asi nos lo demuestra, como lo fué el florecimiento que alcanzaron las letras en el siglo de oro.

Hoy que la pequeña patria Canaria cuenta con hijos que proponiéndose realizar hechos muy importantes, se deslizan sus ideas en las columnas del periódico, como medio eficaz para dar publicidad á sus aspiraciones. ¿Porqué no prestarles apoyos? ¿Por qué no alentar esas masas vigorosas que no obstante su poca experiencia no descansan ni un solo momento en pro de su Patria? Sí, ánimo pues, sin que nada nos importe que la vana crítica á ello se oponga; obstáculos miles encontraremos á nuestro paso pero la constancia que hemos de seguir, todos lo vencerá.

La asociación de la prensa Canaria es indudablemente de suma necesidad, pues por éste medio se evitarían, entre otras ventajas los constantes abusos que con el periodismo se viene cometiendo en estas Islas. Si, vosotros jóvenes redactores de Gente Nueva verdaderos protagonistas de la empresa, no desmayéis ni un solo instante, antes por el contrario, que en vuestros valerosos corazones aumente cada vez más la fuerza de voluntad que tal asunto exige. Nuestras columnas siempre estarán dispuestas para apoyar todo aquello que signifique progreso, y está por demás expresarle al colega que desde luego nos asociamos á tan laudable proyecto”.

Ese mismo día (1 de febrero) La Región Canaria, el lagunero periódico de intereses generales (promovido por quien fuera alcalde, el conservador Lucas Vega Padrón), y en sus páginas 2 y 3, inserta, con el mismo titular que venimos comentando (Asociación de la Prensa Canaria), esta detallada reflexión:

“He aquí un asunto de vital interés para esta Provincia, que hoy, aunque superficialmente, vamos á tratar, no sin antes hacer constar que no son pueriles y vanos deseos, hoy tan á la usanza, de patriotería y regeneración, sino honrados propósitos y nobles ideales, los que nos mueven á trazar estas líneas, acaso faltas de galanura, pero sobradas de lógica y razón.

Ha tiempo que venimos notando —y ahora de un modo más obstensible— cierto afán por parte de distinguidos escritores que constituyen esa pléyade brillantísima, honra del archipiélago, de imprimir un sello característico de concordia y solidaridad á la prensa de esta región, dándole á su vez un espíritu de asociación libre ó independiente y haciendo de ella noble Apostolado y honrada profesión.
Pero resulta que bien por negligente abandono, ó por que aquellos buenos propósitos no se ven secundados por quienes están llamados á secundarlos y convertirlos en práctica constante y beneficiosa, lejos de cooperarse á la realización de esa obra que las circunstancias y la necesidad aconsejan, vemos que cuantas energías, cuantos esfuerzos se hagan, se estrellan contra la inercia y la despreocupación más crasa que se observa en el asunto en cuestión.

Hoy, más que nunca, se siente imperiosa necesidad, de que los elementos sanos que constituyen la prensa regional, despreciando punibles diferencias y atavismos perjudiciales que nos enervan, formen una Asociación de la prensa, al igual de todo país culto y civilizado, que sirva de baluarte y fortaleza inexpugnable al periodismo, y en la cual se identifiquen las aspiraciones de todo el país con las que abrigan las diversas publicaciones de la Provincia.

No somos nosotros solamente los que abogamos por la realización de tan plausible idea, plumas más autorizadas que la nuestra han hecho ver la conveniencia y los beneficiosos resultados que obtendríamos de llevarse á cabo la tan deseada Asociación de la prensa y «La Palestra» en su último número contiene un bien escrito artículo del conocido escritor Amalio Puebla, en el cual, después de lamentarse de la poca libertad que aquí goza el periodista, hace votos por la consecución de los fines que á la ligera hemos enunciado.

No nos aventuramos en decir que la prensa, tal y como se interpetra hoy en Canarias, no es un medio de expresión libre é independiente, que sirve de rémora á los malvados propósitos de los menos y de apoyo poderoso á los honrados fines que persiguen los más. La prensa aquí se interpreta en otro sentido bajo el espíritu acomodaticio que la informa, espíritu que se pretende ocultar con torpeza que pone aún más de relieve la amañada labor, objeto de constantes desvelos.

El periodista recto ó imparcial entre nosotros, es objeto de miras malévolas ó intencionadas, porque sus ideas no cuadran en las tendencias de la época y porque sus propósitos no son los mismos que alimentan los de determinadas agrupaciones, políticas las más de las veces. El que llevado de ciertos ideales, defiende determinadas causas, siempre respetables, se le mira con indiferencia y se le desprecia, y el que guiado por levantados fines, ataca á miembros corrompidos y desprestigiados, á ese se le persigue, se le agobia y lo que es más grave, se le encarcela.

Hay, pues, necesidad de que cese tan lamentable estado de cosas, y que no se ponga trabas al periodismo ni mucho menos se coarte la libertad del periodista.

Y para lograr esto, indispensable es que se lleve á efecto una asociación de toda la prensa regional, donde se hallen debidamente representadas todas las poblaciones del Archipiélago y donde domine un criterio amplio, en armonía con las diversas tendencias á que hoy aspiran nuestras publicaciones.

De este modo habremos conseguido consolidar nuestra prensa y hacerla partícipe de un espíritu único y decisivo, el mismo que debe unir y guiar á todos los pueblos canarios”.

(Continuará mañana)

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