miércoles, 17 de junio de 2020

La Gorvorana, otro garbanzo negro (y 3)

Relacionado con el siempre sugestivo y atrayente campo de la instrucción pública (algo, o bastante, tenemos recogido sobre ello), observamos en el Progreso, 3 de octubre de 1921, página 1, una misiva que desde Realejo Alto dirige a varias autoridades (Al Excmo. Sr. Ministro de Instrucción Pública, a los Iltmos. señores Director General y Delegado Regio de primera enseñanza, al Sr. Gobernador Civil de Canarias, al Sr. Inspector y a la Junta Provincial de primera enseñanza) el concejal síndico Miguel Hernández García y que también guarda alguna relación con nuestra Gorvorana. Es del tenor literal siguiente:

“Con todo el respeto, con toda la consideración que sus elevados cargos merecen, el que suscribe, concejal sindico de este Ayuntamiento, tiene el honor de exponer lo siguiente:

Primero. Que la Junta local de primera enseñanza no celebra las sesiones ordinarias mensuales que previenen sus funciones, conforme el artículo 16 del Real Decreto de 5 de Mayo de 1913.
Segundo. Que carece de libro de actas.

Tercero. Que ha más de cuatro años que el Ayuntamiento no ha designado concejal vocal de dicha Junta. (Artículo 12, regla 2, y articulo 14 del citado Real Decreto.)

Cuarto. Que al mismo tiempo que a los maestros de escuela pública no se les invita a elegir de su seno, el vocal respectivo; ni el Alcalde Presidente a propuesto padres o madres de familia para el mismo nombramiento. (Regla 7ª, art. II.)

Quinto. Que en la escuela nacional de niñas, la Junta local de primera enseñanza no ha mandado á hacer  el blanqueo y reparaciones necesarias, por lo que la maestra que actualmente regenta la escuela lo ha hecho de su peculio, por cuyo motivo es acreedora a un voto de gracias.

Sexto. Que se creó una escuela de niñas en la Cruz-santa, aldea de este término municipal, y que se le han quitado los bancos a la escuela de niños de dicha aldea, con el fin de que funcione aquélla.

Séptimo. Que con este motivo, la escuela de niños de la Cruz-santa sólo tiene dos bancos paro una numerosa asistencia: uno, propiedad de dicha escuela, y otro, facilitado por un vecino; quedándose la infancia sin instrucción.

Octavo. Que se creó una escuela más de niños para esta población, se designó casa en el barrio de la Carrera para su funcionamiento, y hasta la fecha no tiene bancos.

Noveno. Que la casa destinada a vivienda del maestro de la Gorborana, sita donde llaman la Longuera, no reune la capacidad y decencia debidas, señaladas, por la regla 1ª del articulo 191 de la Ley de 9 de Septiembre de 1858; indicando que él y su familia componen solamente tres personas viéndose su esposa en la necesidad de vivir en otro pueblo muy distante.

Décimo. Que el Alcalde, Presidente de la Junta local, se ha negado a proporcionar, a las niñas, la papeleta de admisión en la escuela, para que en ellas certifique el médico la vacunación, según determina la R. O. de 28 de Abril del presente año, y Decretos anteriores, y

Undécimo. Que a consecuencia de esta actitud desusada e inexplicable del Alcalde, las niñas están sin clase, mientras la maestra permanece solitaria en la escuela, durante las horas de enseñanza.

Suplica el dicente, a las autoridades en el epígrafe mencionadas, su necesaria intervención en el asunto, en la inteligencia de que la justicia y el derecho quedarán amparados y se obligará a todos al cumplimiento del deber, contribuyendo con la actividad en la resolución, a que la educación de la niñez no soporte por más tiempo, el bochornoso y lamentable estado de cosas, punible abandono de quien prevarica. Es gracia que no duda obtener de la rectitud de aquéllas”.

Y finalizamos, por ahora, para dejar algo de tiempo a que el ayuntamiento actual –alcalde y concejales de Patrimonio (dos), Hacienda, Urbanismo, Relaciones Internacionales, Discapacidad, Servicios, Medios de Comunicación (fundamental), Vivienda, Servicios a la ciudadanía, Sugerencias y Reclamaciones– convoque una reunión en El Bosque –el ágape lo pagamos entre Gabriel, el cura, y yo– para debatir en profundidad si contratamos un detective privado (ya Marrón tiene mucho trabajo) para que averigüe dónde demonios se metieron los estudiantes de la Universidad villera y si compramos unos kilos de goma-2 para acabar con el sufrimiento. Muerto el perro, se acabó la rabia.

La última en La Prensa, 12 de mayo de 1925 (martes), página 1. Un accidente que provoca varios heridos:

“El domingo último ocurrió en la carretera del Norte, un sensible accidente automovilista, que pudo haber tenido fatales consecuencias.

Según los informes que hemos recibido, en las últimas horas de la tarde del domingo, regresaban de Garachico, en un auto, los señores don Juan González Sanjuán, don Manuel González Jorge y don Juan Bethencourt, todos del Puerto de la Cruz, que habían marchado a aquella Villa con objeto de asistir a las peleas de gallos.

Al llegar el auto al sitio conocido por la "Gorborana", en las inmediaciones del salón de empaquetado de plátanos que en aquel paraje tienen los señores Fyffes Ltd., se fué sobre los guardacantones de la carretera, quedando inclinado sobre una zanja de una finca de don Fernando Salazar. A consecuencia del choque fueron despedidos del auto los indicados pasajeros, resultando el señor González Jorge con heridas de bastante importancia en la cabeza y los otros dos viajeros y el chauffeur con lesiones en distintas partes del cuerpo.

Los heridos fueron trasladados a sus domicilios en el Puerto de la Cruz, donde se les prestó asistencia facultativa.

El automóvil sufrió varios desperfectos.

Lamentamos de todas veras el accidente y deseamos pronta curación a los heridos”.

Más trabajo para mi hermano. Y en la foto de ayer, mi hermana Adela (hoy sería Eliana) en los tiempos que la vegetación abundaba. Y en la casa que se ve, chiquitos vientos soportamos y sufrimos. Pero aquí estamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario