miércoles, 26 de febrero de 2020

Carnavales y lluvias

Rescatábamos, la semana pasada, unos textos en los que se daba cuenta de cómo hace un siglo el tiempo era bastante diferente al que nos ha correspondido vivir estos días. Cuando la calima ha hecho acto de presencia de una manera tan brutal que al menos un servidor no recordaba suceso similar. Y ya van unos pocos años a las espaldas.

Ayer tarde, tras una ajetreada mañana de seguir limpiando en casa, donde la tierra se coló incluso por donde no había agujero, me dediqué, una vez más, a husmear en publicaciones de hace un siglo. Y te brindo, por si a bien lo tienes, unos pasajes de los días 25 y 26 de febrero de 1920 (miércoles y jueves). Yo no había nacido, pero a tenor de lo leído, en el citado mes las aguas corrieron generosas. Y las desgracias, como siempre, cebándose con aquellos para los que la naturaleza era el sustento y les proporcionaba mucho más que idílicos paisajes.

No debían existir las alertas meteorológicas ni grandes alardes en los servicios de emergencia, pero sí mucha solidaridad. Lee, si te place, y confronta con situaciones más recientes. Dejo constancia de que todas las comparaciones son odiosas.

Grandes lluvias en La Laguna

Infeliz mujer perece ahogada con su hijo

Durante todo el día de ayer cayeron en la vecina ciudad torrenciales lluvias, que determinaron una gran crecida en las aguas de los barrancos.

Una infeliz mujer, que con un pequeño hijo regresaba del monte, fué arrastrada por las aguas del barranco de "La Mina", pereciendo los dos ahogados.

De este triste y doloroso suceso da cuenta el alcalde de La Laguna, en el siguiente telegrama que anoche recibió el gobernador civil.

Tengo el sentimiento de participar que, a eso de las dos de la tarde de hoy, al tratar de pasar la vecina de esta población, Catalina Martín, con su hijo, Pablo Rodríguez, por el barranco de "La Mina", fueron arrastrados por las aguas que por él discurrían, siendo encontrados los cadáveres de esos infelices, por varios vecinos del pago de "Las Mercedes", en el fuerte que existe en el sitio llamado "Las Portadas".

El Juzgado, a quien se ha dado cuenta del triste suceso, ha comenzado a instruir las oportunas diligencias.

Otros detalles

Nos dicen también de la vecina ciudad que las aguas han arrastrado algunas cabezas de ganado. En el barranco que pasa por Santa María de Gracia estuvieron a punto de perecer ayer tarde, unos campesinos, que tras grandes esfuerzos fueron puestos a salvo por varias personas que acudieron en su auxilio.

La Prensa, 25 de febrero de 1920, página 2

Temporal

Agua y viento. Una mujer y un niño perecen ahogados

Este invierno se ha portado como tal. No se engañaban quienes al ver un verano tan duro como el pasado, auguraron un invierno más duro aún. Ha muchos años que no se ve un invierno como el actual. Desde el 8 del actual solo ha dejado de llover muy contados días. El frío ha sido intenso en algunas ocasiones.

El mal tiempo que todos creíamos iba desapareciendo, ha vuelto a recrudecerse.

Según nos manifiestan en La Laguna llovió ayer de manera que aterraba. Un verdadero diluvio. Las inundaciones fueron numerosas. El agua discurrió en abundancia por todos los barrancos. Hasta el de Santos, que ya estaba casi seco, trae abundante caudal. El de Tahodio también trae abundante agua.

Esta crecida de las aguas ocasionó una desgracia. El suceso es el siguiente, según telegrama que a este Gobierno civil remitió el Alcalde de La Laguna:

“Tengo el sentimiento de participar que, a eso de las dos de la tarde de hoy, al tratar de pasar la vecina de esta población, Catalina Martín, con su hijo, Pablo Rodríguez, por el barranco de "La Mina", fueron arrastrados por las aguas que por él discurrían, siendo encontrados los cadáveres de esos infelices, por varios vecinos del pago de "Las Mercedes", en el fuerte que existe en el sitio llamado "Las Portadas".

El Juzgado, a quien se ha dado cuenta del triste suceso, ha comenzado a instruir las oportunas diligencias.

Las aguas han arrastrado algunas reses. En las que discurrían por el barranco de Santos, se vieron ayer flotando algunas, entre ellas una ternera.

En el barranco que pasa por Santa María de Gracia estuvieron a punto de perecer ayer tarde, unos campesinos, que tras grandes esfuerzos fueron puestos a salvo por varias personas que acudieron en su auxilio.

En esta capital venta desde esta mañana de un modo formidable. De más está decir que ha llovido también, en ocasiones reciamente. El continuo llover ha enlodado todas las calles urbanizadas y a las no urbanizadas las ha puesto intransitables, como ocurre con el trozo de la de Benavides comprendido entre la de Porlier y Rambla de Pulido, en el cual hasta los carruajes vacíos se atascan hasta llegar con la caja al suelo.

En esta Comandancia de Marina se recibió ayer tarde un telegrama del Observatorio Meteorológico de Madrid diciendo: "Tiende a empeorar el tiempo en todas nuestras costas".

El Progreso, 25 de febrero de 1920, página 2

En Icod. Lluvias torrenciales. (Por telégrafo)

Las aguas descubren unas antiguas murallas

Icod, 25.17.  ̶  Anoche y hoy han caído torrenciales lluvias en esta comarca.

Todos los barrancos se han desbordado, inundando las campiñas y arrastrando parte de los plantíos.

La gran corriente de agua que llevaba el barranco llamado del Preceptor, destrozó la carretera a la entrada de la población, siguiendo las aguas hasta el puerto de San Marcos, donde retiró las arenas de la playa, descubriendo unas antiguas murallas que allí existían, y desenterrando unas maderas ocultas desde el temporal de 1909.

Ignórase si ha habido desgracias personales. Corresponsal

La Prensa, 26 de febrero de 1920, página 1

La gente se divierte

El Carnaval ha estado este año animadísimo.

Como la tierra está mojada, la gente ciudadana también ha querido "remojarse", participando así de la alegría que muestran nuestros destripaterrones.

Entre el elemento que aquí se dedica a la pesca, la algazara fué extraordinaria. Bien es verdad que esos rudos trabajadores del mar no tienen en todo el año otra fiesta que la de los Carnavales. De ahí su entusiasmo por las diversiones de Momo y Baco. Para que se vea hasta que punto llega nuestro costero, en cuanto a su fanática devoción por las Carnestolendas, bástenos decir que con un mes de anticipación a dichos festejos, hallábanse surtos en las tranquilas aguas de Puerto de Naos, como unos treinta barcos de los que se dedican a la pesca en el banco sahárico. Isaac Viera

La Prensa, 26 de febrero de 1920, página 2

Lluvias. Una mujer y un niño ahogados

Todos estos días no ha cesado de llover, a veces torrencialmente, siendo ya las aguas demasiado abundantes y temiéndose llegar a convertirse en funestas, como tristemente ha ocurrido al medio día del martes.

Un chaparrón enorme, de algunos minutos nada más, a la una y media hizo concebir muy serios temores.

Una pobre mujer, llamada Catalina, esposa de Federico González, que con dos hijos había acudido por la mañana al monte de las Mercedes en busca de leña, ha sido víctima del gran aguacero.

La avenida inesperada del barranco de las Mercedes sorprendió a los tres.

La Catalina pudo pasar la corriente del barranco con su hija, pero al intentar hacerlo también con su hijo, de 10 años de edad fueron ambos arrastrados por las torrenciales aguas.

Los dos cadáveres pudieron ser extraídos del barranco, trabados cerca a los "Ojos del Puente", en las Mercedes.

El Juzgado de Instrucción se constituyó en el lugar del suceso, ordenando el levantamiento de los cadáveres.

Estos fueron llevados al Depósito de esta ciudad por vecinos de las Mercedes.

El Progreso, 26 de febrero de 1920, página 2

No hay comentarios:

Publicar un comentario