Sigue empeñado Curbelo Curbelo en hacernos tragar que La
Gomera solo existe desde que registró su ASG. Como ya vive más en Tenerife,
donde, amén de sus labores parlamentarias, vuelca todo su empeño en parir otra
criatura que minimice los posibles efectos de la reforma electoral, se dedica a
pontificar cada tres por dos. Y lo lleva a cabo sin el rubor necesario que su
larga estadía en el cargo parecería aconsejarle antes de abrir la boca o
deleitarnos con la encíclica dominical. Rara es la institución pública que no se
haya visto obligada a cumplir sus deberes económicos (saldar la deuda,
verbigracia) ante la amenaza de que Hacienda cerrara el grifo de las
inyecciones. Y ya se sabe que la mayor parte de los ingresos de los
presupuestos provienen de fuentes externas. Como Casimiro lleva en el cargo
desde los tiempos en que Colón pasó por
La Gomera por supuestos asuntos de faldas, haría bien en…
Va y se jacta Casimiro
de que tiene deuda cero,
¿y se creó el agujero
apenas en un suspiro?
Con tus cosas yo deliro,
estimado presidente,
¿estuviste, acaso, ausente
cuando la carga aumentaba
o tu agenda no guardaba
ese montante creciente?
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