Me parece que deberé cambiar aquella inocentada por la que
les comuniqué que iba de número 3 al Cabildo por la de idéntico puesto al
Parlamento. Y es que me he dado cuenta de que en Teobaldo Power se trabaja (es
un decir) mucho menos. Basta seguir las trayectorias de Casimiro y de Asier
para percatarse de que, a lo peor, cobran hasta las dietas para sus excursiones
partidarias. A estas (malas) costumbres yo lo llamo directamente sinvergonzonería
(desfachatez o falta de vergüenza, cuando no de escrúpulos). Porque nos están
robando a mano armada. Y se permiten el lujo de publicarlo en las redes
sociales para que la tomadura de pelo sea completa. Bien haría la presidenta de
la Cámara en llevar un control más estricto de los que dicen servir al
ciudadano. Lo de Antona raya ya el límite marcado por Domínguez (Lope está en
ello). Que es de órdago. Y los canarios podrán mirar para otro lado, pero este
aprendiz de casi todo (también de periodista) no piensa seguir esa dinámica. Y
lo denunciaré hasta que el teclado se quede sin letras. La voz se cascó en
las aulas. Porque me están robando estos indignos de tomo y lomo. Caraduras que
creen redimir sus pecados con palmaditas a la espalda y besuqueos baratos. Cómo
espero que el guanche Bentor se baje un día del pedestal y comience a dar
cachetones a troche y moche. Tú debes ser educado en tus andares y guardar
comportamiento exquisito. Algunos personajes muy populares… Ya está,
impresentables.
Desaforado el “pepé”,
ante nuevas elecciones,
arrincona obligaciones
y en el curro no se ve.
En tu trabajo pensé
cuando el Antona viajante
va de gira bien tunante
y olvida que al Parlamento
─lo dijo
en su juramento─
no le puede dar el
plante.
Qué suerte tienen algunos
–incluyan a dos cercanos─
que se ausentan bien ufanos
sin dar cuenta, los muy tunos.
Si solo fueran en unos
momentos determinados,
podrían ser perdonados,
pero es tan habitual
que a ellos ya les da igual,
porque los bobos pagamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario