Soy acérrimo enemigo del todos son iguales. Pero observo el
andar de estos nuevos cachorros populares (es una metáfora como pueden serlo
otras 600.000) y guardan una similitud increíble. Como la pasada semana estuve
haciendo un seguimiento exhaustivo de las giras del candidato Antona (hombre
chiquito, hombre currito, decía mi abuela: otra metáfora, supongo) y deduje que
a este ritmo superará a Manuel Domínguez en breve tiempo, me pregunto, no sin
cierta desazón, si estos ejemplares faunísticos (¿otra metáfora?) entienden que
los dineros públicos son de ellos y solo de ellos. O es, quizás, que los
parlamentarios creen que solo se trabaja en los dos periodos de sesiones
(cuatro meses cada uno) y los meses restantes (nada menos que otros cuatro) son
para pasear captando adeptos (o gilipollas, esto no es metáfora). Chacho, o
vamos a votar masivamente en estas dos próximas citas, o tendremos que
lamentarnos profundamente. De machaque, estimado Asier, deberá informarte mejor
que yo tu presidente insular tinerfeño. Ese es un laja triturando propuestas
ajenas y haciendo suyas todas las obras que otros organismos realizan en la
Villa de Viera. Que no son moco de pavo. Yo me lo imagino en el recreo cuando
chico (colegio privado, faltaría más) mangándose la chocolatina y el jugo de
los ¿compañeros? Y, no te pongas envidioso, pero, aun con esas ideas y dineros
ajenos, se saca más fotos que tú. Lo de ustedes es genético.
“Machaque deliberado”
dice un Antona exultante,
como siempre dando el cante,
madre mía, qué dechado.
¿O es que ya has olvidado
a tu pepé en el
gobierno,
que supuso fuerte infierno
con recortes y rebajas?
¡Primero nos das migajas
y ahora vas de
moderno!
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