O, a lo peor, no es para tanto, pero en algo debo entretenerme
mientas tanto no se produzca la respuesta a la pregunta que lanzaba ayer: ¿Qué
hay de lo mío? Si yo creo que va a tener lugar la llamada telefónica quedándome
sentado en casa, sin salir en busca de las fotos que me hagan famoso
retratándome con los reputados, arreglado voy.
Entre idas y venidas en la política, titulares o
informaciones periodísticas dignas de enmarcar y otras menudencias, paso el
tiempo acumulando temas para desarrollar arriba en La Corona, donde dispongo de
magnífica cobertura, amén del suficiente relax como para emplazarme ante el
teclado.
Un digital lanzaroteño me pone en situación: “Primer revés
del PSOE”. Muy próximo a los postulados de Coalición Canaria, arremete el
diario contra Ángel Víctor por no haber nombrado a un conejero como consejero
del Gobierno de Canarias. Máxime, y así lo pone de manifiesto, La Palma, con
muchos menos habitantes, sí tiene un representante en el Ejecutivo. Por ello,
sostiene, la isla pierde visibilidad. Pues será que la calima y el siroco
africano les ha afectado gravemente la visión, porque si este es el concepto
que poseen de Canarias, a base de cortijos, chiringuitos e insularismos rancios, mándense una papa. Vaya manera de hacer
región.
Y ya que ando por la parte oriental, otro: “Binter
incrementa sus vuelos a La Graciosa”. Qué gracioso. Me imagino a los pasajeros,
bien pertrechados con paracaídas y flotador estilo Pato Donald, que se lanzan a la aventura en la Playa de las
conchas, donde un convoy de todoterrenos aguardará el desembarco para llevarlos
a sus respectivos apartamentos. Que sí, hombre, entiendo el trasfondo, pero
exijo que cuiden la manera de titular una información.
Y a La Palma, la otra isla citada, llegó Mónica Naranjo y
posó –tenía una ilusión– de esta guisa en una platanera. Menos mal que no había
corte de piñas ese día, si no hubiese salido toda pintada. Y esas manchas no se
quitan tan fácilmente, salvo con gasolina y un fósforo. Ya vislumbré hace
tiempo otras fotos similares en las que unas modelos posaban subidas en una
burra de quitar gomilla. Y digo yo si ya no tienen bastante con el duro trabajo
estos sufridores de la agricultura, como para que vengan cuatro visionarios a
tomarles el pelo miserablemente. A los que nacimos en esos ambientes no nos
gustan boutades de tal género.
Ciudadanos se quedará, a este paso, sin banquillo dentro de
poco. Abandonó –mejor, se lanzó por la banda de estribor– otro de sus cargos
orgánicos. Esta vez en Gran Canaria. Y dio a conocer una carta que no tiene
desperdicio. Como a Malú le dé por irse con la música a otra parte, pobre
Alberto. Solo le queda el recurso de aceptar las condiciones que Vox pone sobre
la mesa, bajar la cabeza y poner a disposición de la ultraderecha cierta parte
de su anatomía.
¿Podía esperarse otro fallo del Tribunal de Cuentas que debía
dilucidar el engorroso tema de los fondos buitres denunciado por Carmena con
respecto a las decisiones de la señora Botella, la del café con leche? Favor
con favor se paga. Y la justicia –con minúscula– no es ajena a comportamientos
obscenos.
Maroto, que no se comió un rosco en Álava en las elecciones
de abril próximo pasado, se ha empadronado en Segovia para ser designado como
senador de esa provincia. Si yo fuera Perico Delgado haría algo similar y
fijaría mi residencia teórica en La Gomera. Sin más comentarios.
Quería terminar el presente con algo de Podemos, pero cambié
de opinión. Me tomaré un tinto de La Rioja y me relajaré. Ya está. Feliz
sábado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario