sábado, 20 de julio de 2019

Barrabasadas

O, a lo peor, no es para tanto, pero en algo debo entretenerme mientas tanto no se produzca la respuesta a la pregunta que lanzaba ayer: ¿Qué hay de lo mío? Si yo creo que va a tener lugar la llamada telefónica quedándome sentado en casa, sin salir en busca de las fotos que me hagan famoso retratándome con los reputados, arreglado voy.
Entre idas y venidas en la política, titulares o informaciones periodísticas dignas de enmarcar y otras menudencias, paso el tiempo acumulando temas para desarrollar arriba en La Corona, donde dispongo de magnífica cobertura, amén del suficiente relax como para emplazarme ante el teclado.
Un digital lanzaroteño me pone en situación: “Primer revés del PSOE”. Muy próximo a los postulados de Coalición Canaria, arremete el diario contra Ángel Víctor por no haber nombrado a un conejero como consejero del Gobierno de Canarias. Máxime, y así lo pone de manifiesto, La Palma, con muchos menos habitantes, sí tiene un representante en el Ejecutivo. Por ello, sostiene, la isla pierde visibilidad. Pues será que la calima y el siroco africano les ha afectado gravemente la visión, porque si este es el concepto que poseen de Canarias, a base de cortijos, chiringuitos e insularismos rancios, mándense una papa. Vaya manera de hacer región.
Y ya que ando por la parte oriental, otro: “Binter incrementa sus vuelos a La Graciosa”. Qué gracioso. Me imagino a los pasajeros, bien pertrechados con paracaídas y flotador estilo Pato Donald, que se  lanzan a la aventura en la Playa de las conchas, donde un convoy de todoterrenos aguardará el desembarco para llevarlos a sus respectivos apartamentos. Que sí, hombre, entiendo el trasfondo, pero exijo que cuiden la manera de titular una información.
Y a La Palma, la otra isla citada, llegó Mónica Naranjo y posó –tenía una ilusión– de esta guisa en una platanera. Menos mal que no había corte de piñas ese día, si no hubiese salido toda pintada. Y esas manchas no se quitan tan fácilmente, salvo con gasolina y un fósforo. Ya vislumbré hace tiempo otras fotos similares en las que unas modelos posaban subidas en una burra de quitar gomilla. Y digo yo si ya no tienen bastante con el duro trabajo estos sufridores de la agricultura, como para que vengan cuatro visionarios a tomarles el pelo miserablemente. A los que nacimos en esos ambientes no nos gustan boutades de tal género.
Ciudadanos se quedará, a este paso, sin banquillo dentro de poco. Abandonó –mejor, se lanzó por la banda de estribor– otro de sus cargos orgánicos. Esta vez en Gran Canaria. Y dio a conocer una carta que no tiene desperdicio. Como a Malú le dé por irse con la música a otra parte, pobre Alberto. Solo le queda el recurso de aceptar las condiciones que Vox pone sobre la mesa, bajar la cabeza y poner a disposición de la ultraderecha cierta parte de su anatomía.
¿Podía esperarse otro fallo del Tribunal de Cuentas que debía dilucidar el engorroso tema de los fondos buitres denunciado por Carmena con respecto a las decisiones de la señora Botella, la del café con leche? Favor con favor se paga. Y la justicia –con minúscula– no es ajena a comportamientos obscenos.
Maroto, que no se comió un rosco en Álava en las elecciones de abril próximo pasado, se ha empadronado en Segovia para ser designado como senador de esa provincia. Si yo fuera Perico Delgado haría algo similar y fijaría mi residencia teórica en La Gomera. Sin más comentarios.
Quería terminar el presente con algo de Podemos, pero cambié de opinión. Me tomaré un tinto de La Rioja y me relajaré. Ya está. Feliz sábado.

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